sábado, 30 de noviembre de 2013

TEMPERAMENTO




Un estudiante se quejaba en cierta ocasión ante el Maestro.

- "Maestro, tengo muy mal temperamento. ¿Cómo podría controlarlo?"

- "Tienes algo muy raro", replicó. "Déjame verlo.

- "No puedo enseñarlo en este momento", dijo el otro.

- "¿Cuándo podrás hacerlo?", preguntó el Maestro.

- "Surge de improviso", contestó el estudiante.

- "Entonces", concluyó el maestro, "no debe ser tu propia naturaleza. Si lo fuera, podrías enseñármelo cuando quieras. No lo llevabas contigo cuando naciste, y tus padres no te lo dieron. Piensa en ello".

sábado, 23 de noviembre de 2013

¿HAY VIDA ANTES DE LA MUERTE?



Todas las preguntas que se suscitaron aquel día en la reunión pública estaban referidas a la vida más allá de la muerte. El Maestro se limitaba a sonreír sin dar una sola respuesta.

Cuando, más tarde. Los discípulos le preguntaron por qué se había mostrado tan evasivo, él replico:

- ¿no habéis observado que los que no saben qué hacer con esta vida son precisamente los que más desean otra vida que dure eternamente?

- Pero ¿hay vida después de la muerte o no la hay?, insistió un discípulo.

- ¿Hay vida antes de la muerte? ¡Esta es la cuestión! – replico enigmáticamente el Maestro.

 ¿Quién puede hacer que amanezca? de Anthony de Mello


sábado, 9 de noviembre de 2013

SE COMO UN MUERTO




Era un venerable maestro. En sus ojos había un reconfortante destello de paz permanente. Sólo tenía un discípulo, al que paulatinamente iba impartiendo la enseñanza mística.
El cielo se había teñido de una hermosa tonalidad de naranja-oro, cuando el maestro se dirigió al discípulo y le ordenó:
–Querido mío, mi muy querido, acércate al cementerio y, una vez allí, con toda la fuerza de tus pulmones, comienza a gritar toda clase de halagos a los muertos.
El discípulo caminó hasta un cementerio cercano. El silencio era sobrecogedor. Quebró la apacible atmósfera del lugar gritando toda clase de elogios a los muertos. Después regresó junto a su maestro.
–¿Qué te respondieron los muertos? -preguntó el maestro.
–Nada dijeron.
–En ese caso, mi muy querido amigo, vuelve al cementerio y lanza toda suerte de insultos a los muertos.
El discípulo regresó hasta el silente cementerio. A pleno pulmón, comenzó a soltar toda clase de improperios contra los muertos. Después de unos minutos, volvió junto al maestro, que le preguntó al instante:
–¿Qué te han respondido los muertos?
–De nuevo nada dijeron -repuso el discípulo.
Y el maestro concluyó:
–Así debes ser tú: indiferente, como un muerto, a los halagos y a los insultos de los otros.



El Maestro dice: Quien hoy te halaga, mañana te puede insultar y quien hoy te insulta, mañana te puede halagar. No seas como una hoja a merced del viento de los halagos e insultos. Permanece en ti mismo más allá de unos y de otros.

sábado, 2 de noviembre de 2013

TRIBULACIONES


- "Las calamidades pueden ser causa de crecimiento y de iluminación", dijo el maestro.

Y lo explicó del siguiente modo:

- "Había un pájaro que se refugiaba a diario en las ramas secas de un árbol que se alzaba en medio de una inmensa llanura desértica. Un día, una ráfaga de viento arrancó la raíz del árbol, obligando al pobre pájaro a volar cien millas en busca de un nuevo refugio... hasta que, llegó a un bosque lleno de árboles cargados de ricas frutas".

Y concluyó el Maestro:

- "Si el árbol seco se hubiera mantenido en pie, nada hubiera inducido al pájaro a renunciar a su seguridad y echarse a volar".