sábado, 23 de febrero de 2013

ANTIGUO CONSEJO CHINO



Había una vez un campesino chino,
pobre pero sabio,
que trabajaba la tierra duramente con su hijo.
Un día el hijo le dijo:

-¡Padre, qué desgracia! Se nos ha ido el caballo.

-¿Por qué le llamas desgracia? -respondió el padre.

Veremos lo que trae el tiempo... 

A los pocos días el caballo regresó,
acompañado de otro caballo.

-¡Padre, qué suerte! - exclamó esta vez el muchacho.

Nuestro caballo ha traído otro caballo.

-Por qué le llamas suerte? - repuso el padre.

Veamos qué nos trae el tiempo.

En unos cuantos días más, el muchacho quiso montar
el caballo nuevo, y éste, no acostumbrado al jinete,
se encabritó y lo arrojó al suelo.
El muchacho se quebró una pierna.

-¡Padre, qué desgracia! - exclamó ahora el muchacho.

¡Me he quebrado la pierna!

Y el padre, retomando su experiencia y sabiduría, sentenció:

-¿Por qué le llamas desgracia?

Veamos lo que trae el tiempo!

El muchacho no se convencía de la respuesta
sino que gimoteaba en su cama.
Pocos días después pasaron por la aldea
los enviados del rey, buscando jóvenes
para llevárselos a la guerra.
Vinieron a la casa del anciano, pero como vieron al joven
con su pierna entablillada, lo dejaron y siguieron de largo.
El joven comprendió entonces que nunca hay que dar
ni la desgracia ni la fortuna como absolutas,
sino que siempre hay que darle tiempo al tiempo,
para ver si algo es malo o bueno.


La moraleja de este antiguo consejo chino es que
"la vida da tantas vueltas, y es tan paradójico su desarrollo,
que lo malo se hace bueno, y lo bueno malo.
Lo mejor es esperar siempre el día de mañana,
pero sobre todo confiar en DIOS, porque todo sucede
con un propósito positivo para nuestras vidas.....



23 comentarios:

Unknown dijo...

De acorde con el éste cuento, aún ésta moraleja es exagerada; pues entonces hasta para los que fueron a la guerra a morir descuartizados fué lo mejor.
Y le echan a Dios la culpa del reparto de la baraja.
Más bien el mal ahí está para quien lo utilice, al igual que el bien.
Hay que vivir en alerta para ver de que lado mastica la iguana.

Patty dijo...

Estoy totalmente convencida de esto, las cosas pasan en el momento exacto Marilyn, ni más ni menos, sea bueno o sea malo. Besos preciosa :*

Noelplebeyo dijo...

Bueno, esperemos que no depenga de Dios

María Pilar dijo...

Sabio padre y muy paciente más que el santo Job que decimos por aquí.
Feliz fin de semana.

Nereidas-andresdeartabroblogpost,com dijo...

Confiar como si todo estuviera en manos de Dios ;pero proceder como si todo estuviera en nuestras manos.
Besos

Pluma Roja dijo...

Ya lo conocía, siempre me ha gustado mucho. Buena elección, gracias por compartir.

Saludos.

Patricia dijo...

Reflexión y sabiduria, la de este padre.
Muy buena entrada!!
Cariños....

Anónimo dijo...

Como dice el Refrán:"No hay mal que por bien no venga". Siempre hay que vivir el día a día y las circunstancias que se suceden suelen traer encadenados otros acontecimientos.
Gran Entrada.
Abrazos y besos.

MAJECARMU dijo...

Marilyn,este cuento siempre me gustó mucho,porque expresa con claridad la aceptación de las circunstancias,que nos traen lo mejor y lo que necesitamos en ese momento...Es importante la fé y la confianza en la Providencia,porque la vida nos va enseñando en cada momento la lección que nos ayuda a superarnos como personas.
Mi gratitud y mi abrazo grande,amiga.
Feliz domingo,compañera.
M.Jesús

JUAN PAN GARCÍA dijo...

Excelente entrada. Ya lo conocía pero es un placer volver a leerlo.
Yo no creo que las cosas sucedan así, las decisiones que tomamos traen consecuencias, a veces buenas, a veces malas; no depende de Dios ni de nadie sino de nosotros mismos. Los chinos son muy pacientes y resignados, no se meten en problemas y por eso llegan tan sabios y viejos.
La protagonista de La Madre, de Pear S. Buck, esperando lo que le traería el tiempo, se pasa la vida entera acarreando agua con cubos.Su hijo en cambio tomó la decisión de colaborar para cambiar el sistema. Si hubiese permanecido dócil y obediente ante el amo, como su madre, aún estaría acarreando agua.
Me gusta tu blog, llego del blog de Genessis, donde he visto el encabezamiento de tu entrada.Saludos.

bixen dijo...

Sin quitarte méritos, lo que dice andré de ártabro debería de ser dogma.
Quien no cree en Dios, está condenado a creer en cualquier cosa.

Pluvisca dijo...

Conociía el cuento y la verdad es que es de los qu emás me ha impresionado, es toda una lección de vida

Besos

joaki007 dijo...

Estas fábulas siempre són enriquecedoras .

Me encantan.

Ya la conocia ...pero es un placer volverla a leer.

Podemas añadir aquello que siempre sedice ..." todo pasa por algo..."

Abrazos grandes desde Barcelona-

magdalenacontreras dijo...

Siempre estas fábulas nos enseñan algo, todo pasa por algo tanto lo bueno como lo malo, tenemos que aceptar lo que Dios en cada momento nos da.
Un abrazo y feliz domingo.

Atlántida dijo...

supongo que en el fondo no existe la buena o la mala suerte, si no la casualidad y lo que acabamos sacando de lo que nos pasa, para no darle demasiada relevancia a las cosas malas, siempre mantengo la esperanza de que suceden por algo, que sirven y que llevan a otras oportunidades.

Anónimo dijo...

Hola . muy bueno, estos cuentos estan llenos de sabiduría, que si reflexionamos sacaremos mensaje. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Excelente! Por algo dicen que todo lo malo tiene algo bueno y todo lo bueno tiene algo malo... me encantó leerte.
Te dejo un fuerte abrazo, bonito domingo!

Dafne Caligari dijo...

Buen consejo.
Yo nunca creí en la suerte, pero cada mañana me pongo las gafas del optimismo...

Un abrazo grande ( o dos).

Susana dijo...

Qué buena historia. un beso.

Rafa Hernández dijo...

Dicen que cuando las cosas pasan, pasan y punto. Pero yo creo que siempre pasan por algo y siempre tienen alguna explicación.

Saludos.

Tramos dijo...



La sabiduría de la reflexión, observar, confiar ...esperar y no desesperar..

Besos muy cálidos

tRamos

Anónimo dijo...

Me ha encantado la historia!!

El único fallo es el final. No me parece justo utilizar un cuento para dar veracidad a un ser mitológico como Dios, Alá o como os de la gana llamarlo.

No se si creación suya o no (espero que sí, o habrá sido usted un hipócrita utilizando historias de otras culturas para justificar el cristianismo), sea como sea, la historia es fabulosa y muy educativa.

Gracias por compartirla

Un saludo

Unknown dijo...

Es muy bueno este cuento hace reflexionar 👍