Cierto día, iba paseando por una calle cuando de repente vi a un niño hambriento, sucio y tiritando de frío dentro de sus harapos.
Me encolericé y le dije a Dios:
_ ¿Por qué permites estas cosas?
_ ¿Por qué no haces nada para ayudar a esa pobre gente?
Esperé su respuesta, pero fue en vano.
Sin embargo, aquella noche, cuando menos lo esperaba, Dios respondió a mi pregunta:
-Ciertamente que he hecho algo.
-Te he hecho a ti.
Anthony de Mello
7 comentarios:
Amiga Marilyn: Pocas palabras dicen más. Esta es mi reflexión del relato que a su vez llama a reflexionar sobre nuestro comportamiento con los necesitados. De gran impacto la imagen que acompaña. Golpea y fuerte, pero es necesario que lo haga. Un abrazo Marilyn
La respuesta precisa.
Tremenda.
Saludos.
Si , la respuesta precisa. Nos ha hecho a nosotros, para que esto no suceda. La foto impacta, pero es necesario no olvidar. Un abraXo para los dos
Enrojecedora parábola!
Bixen, gracias por pasar por aqui.
Comparto tu comentario, tremenda reflexio. Un abraXo
asi es Marilyn Dios somos todos, el toca nuestros corazones en las situaciones indicadas para ayudar. èl es tan perfecto que nos hizo con un buen corazòn.
Gracias Carola por pasar por aqui y dejar tu comentario. Ciertamente el es tan perfecto que nos hizo con un buen corazon
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