miércoles, 17 de agosto de 2011
¡QUIEN PUDIERA ROBAR LA LUNA!
¡Caramba! Que mal nos sentimos cuando nos estafan. Un sentimiento de ira, desilusión, e impotencia nos embarga. Es difícil ordenar los pensamientos positivos y una súbita pena se apodera de nosotros. Encontré el siguiente relato que me ayudó a ver las cosas desde otro punto de vista: Nadie puede robarte tu esencia, nadie puede perturbarte al menos que lo permitas.
El maestro Zen, Ryokan, llevaba una vida sencillísima en una pequeña cabaña al pie de la montaña. Una noche, estando fuera el maestro, irrumpió un ladrón en la cabaña y se llevo un chasco al descubrir que no había allí nada que robar.
Cuando regresó Ryokan, sorprendió al ladrón.
-Te has tomado muchas molestias para visitarme, le dijo al ratero.-
-No deberías marcharte con las manos vacias. Por favor, llevate como regalo mis vestidos y mi manta.
Completamente desconcertado, el ladrón tomó las ropas y se largo.
Ryokan se sentó desnudo y se puso a mirar la luna.
-!Pobre hombre¡ pensó para si mismo. Me hubiera gustado poder regalarle la luz de la luna.-
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5 comentarios:
Marilyn: Hace ya bastante que me sumerjo en tu mundo de leyendas y sabiduría oriental. Por suerte nuestro pensamiento occidental busca cada vez más nutrirse de esos conocimientos y filosofías tan antiguas y que al día de hoy son de gran ayuda para nuestro "Camino". Bien la historia. Nadie puede dañarnos si no le hemos dado antes el poder para hacerlo. Un abrazo
El ladrón jamás podrá apreciar el valor de la luz de la luna.
Será un desgraciado siempre.
Besos.
Hace unos dias me estafaron. Pague un dinero a una persona para realizar un trabajo, no lo hizo y se quedo con el dinero. Hay vias para intentar recuperarlo, pero nada es seguro. Tenia muchas ira y este relato me ha calmado bastante. Dare los pasos pertinentes para recuperarlo pero desde otra optica. Me aegro mucho te sumerjas en el magico y maravilloso mundo de las leyendas. Otro abraXo de oso.
Toro, tienes toda la razon el ladron jamas podra apreciar el valor de la luz de la luna. Que infeliz!
un abraXo de Oso
hola Marylin,
muy bella historia y lleva a la reflexión
un abrazo^^
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