Un hombre terriblemente feo caminaba por el desierto cuando creyó ver algo reluciente medio enterrado bajo la arena. Avanzó hasta el objeto que brillaba y se agachó a recogerlo. Era un trozo de espejo. El hombre no sabía qué era aquello. Nunca había visto un espejo y mucho menos se había visto reflejado en uno. Por eso lo miró intrigado y con gran interés. Cuando vio su imagen no pudo evitar un gesto de desagrado:
-Qué cosa más fea –dijo-. No me extraña que lo hayan tirado.-
Y sin perder más tiempo arrojó el espejo y continuó su camino tan felíz.
Y sin perder más tiempo arrojó el espejo y continuó su camino tan felíz.
Maestro: No necesitas una imagén ni buena ni mala. No te ayudaría en nada a continuar tu camino, estás en él y caminas hacia delante.
cuento oriental
8 comentarios:
Hola Marilyn: Un cuento corto con una linda reflexión: debemos continuar el camino. Estamos en el y vamos hacia adelante. Un abrazo
Eyyy ese soy yo... el hombre feo del espejo. jajaj Encantador blog el tuyo, un placer haberme pasado por tu espacio.
Saludos y un abrazo.
Los chimpancés no se ven reflejados a sí mismos en el espejo; los delfines sí.
Los chimpancés con la comida son "yo o ninguno"; los delfines son "toma tú, que mañana seré yo".
'Plié-relevé' frente al espejo.
Bixen gracias por visitarme. Muy buena reflexion gracias por compartirla. Un abraXo
Que alegria verte por aqui. Te hice una visita, me gusta mucho tu blog. Jajaja! Con que eres el protagonista feo del cuento? Un abraXo
Jajajjajajaa.
Lo siento pero me ha hecho mucha gracia.
Es muy bueno.
Besos.
una buena reflexion, debemos continuar nuestro camino adelante siempre.
saludos Marilyn!!
Seguir adelante con paso firme en la seguiridad de que EL nos acompana. Un abraxo
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