domingo, 30 de enero de 2011

LA CREATIVIDAD EN MOMENTOS DE CRISIS


"En los momentos de crisis sólo la imaginación es más importante que el conocimiento".
Albert Einstein



En el blog anterior hice referencia a la importancia de cultivar la persistencia para el logro de nuestras metas. Cabe señalar, sinembargo que a veces algunos escollos que se nos presenta en el camino hacia la culminación de nuestros propósitos parecen no tener solución, aun cuando los afrontamos con persistencia y de una manera adecuada.  En éstas circunstancias vale la pena cultivar el lado más creativo de nuestra personalidad y persistir. Todos  tenemos dentro un jardin interno en nuestro interior  lleno de ideas que desafiando conceptos establecidos nos pueden ayudar a encontrar la solución.


En mi caso, hace 31 años tengo una caso en los tribunales. Con persistencia, durante 24 años, logré que el tribunal apoderado fallaré a mi favor .  Ahora el caso lleva 7 años en la Superema Corte de Justicia, donde puede morir el sueño eterno si no me pongo creativo y persisto.

Comparto esta leyenda, que ha caído en mis manos y que es un ejemplo vivo de por qué es importante la creatividad.

Cuenta una antigua leyenda que en la Edad Media un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de haber asesinado a una mujer. En realidad el verdadero autor era una persona muy influyente del reino y por eso desde el primer momento se procuro un chivo expiatorio para encubrir al culpable.
El hombre fue llevado a juicio ya conociendo que tendría escasas o nulas chances de escapar al terrible veredicto…
¡¡¡ la horca !!!
El Juez, también complotado, cuido no obstante de dar todo el aspecto de un juicio justo por ello dijo al acusado:
“Conociendo tu fama de hombre justo y devoto del Señor vamos a dejar en manos de El tu destino; vamos a escribir en dos papeles separados las palabras culpable e inocente Tu escogerás y será la mano de Dios la que decida tu destino”.
Por supuesto el mal funcionario había preparado dos papeles con la misma leyenda CULPABLE y la pobre victima aun sin conocer los detalles se daba cuenta que el sistema propuesto era una trampa. No había escapatoria.
El Juez invitó al hombre a tomar uno de los papeles doblados. Este respiro profundamente, quedo en silencio unos cuantos segundos con los ojos cerrados y cuando la sala comenzaba ya a impacientarse abrió los ojos y con una extraña sonrisa tomo uno de los papeles y llevándolo a su boca lo engullo rápidamente.
Sorprendidos e indignados los presentes le reprocharon airadamente: “¿Pero que hizo?, ¿Y ahora?, ¿Cómo vamos a saber el veredicto?”
-”Es muy sencillo -respondió el hombre- es cuestión de leer el papel que queda y sabremos lo que decía el que me trague”.
Con rezongos y bronca mal disimulada debieron liberar al acusado y jamás volvieron a molestarlo.

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