Se dice que era un mago del arpa. En la llanura de Colombia no había ninguna fiesta sin él. Para que la fiesta fuese fiesta, Mesé Figueredo tenía que estar allí con sus dedos bailadores que alegraban los aires y alborotaban las piernas.
Una noche, en un sendero perdido, fue asaltado por unos ladrones. Iba Mesé Figueredo de camino a unas bodas, él encima de una mula, encima de la otra su arpa, cuando unos ladrones se le echaron encima y lo molieron a palos.
A la mañana siguiente, alguien lo encontró. Estaba tendido en el camino, un trapo sucio de barro y sangre, más muerto que vivo. Y entonces aquella piltrafa dijo con un hilo de voz:
- “Se llevaron las mulas.”
Y dijo también:
- “Se llevaron el arpa.”
Y, tomando aliento, rió:
- “¡Pero no se han podido llevar la música!”
Eduardo Galeano
13 comentarios:
Vaya, me voy a cama analizando...
Besos Marilyn
Que bonita reflexión amiga! Pueden despojarnos de todo lo material, pero lo intangible, como la música, lo que llevamos en el alma, nadie nunca podrá quitárnoslos. Que tengas un lindo jueves!!!!!
Que bonito !!
Las cosas que no se tocan son las que nadie nos puede quitar. Besicos.
eso jamás
Una bella forma de entender la vida.Todo un ejemplo.
Saludos marilyn
Menos mal que todavía hay cosas que no nos las pueden robar, porque si pudiesen se llevaban la música y hasta los luceros del alba.
Besos.
Admirable.
¡Que preciosidad de post! te felicito
Un abrazo. Bendiciones!!!
Pueden partir los intérpretes, pero su música y sus canciones, seguirán alegrando el alma de sus seguidores.
Felicitaciones Marilyn,un abrazo..
Hermoso. Jamas podrán llevarse la música.
Me encanta esa melodía de la naturaleza que me recibe en tu espacio.
Abrazos.
Que bonito cuento....
Bendiciones :)
Cada uno de nosotros tiene su propia música escondida. No importa el medio, si esas notas nos salen del alma.
Abrazo a tu ser.
Gracias por llegar a mi espacio he podido conocer el tuyo, saluditos
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