Un estudiante fue hasta su profesor de meditación y le dijo, -¡Mi meditación es horrible!- Me siento tan distraído, o mis piernas duelen, o estoy constantemente quedándome dormido. ¡Es horrible!"
-Ya pasará-, dijo irónicamente el profesor.
Una semana después, el estudiante volvió hasta su profesor -Mi meditación va de maravillas. Me siento tan consciente, tan apacible, tan vivo. ¡Es maravilloso!-
-Ya pasará-, contestó irónicamente el profesor.
cuento zen
Es bueno recordar que todo pasa. Las emociones no son permanentes. Hay momentos de alegria y momentos de tristeza, si como el día y la noche. Debemos aceptarlo como parte de nuestra naturaleza.