Un texto anónimo de la tradición dice que cada persona, en su existencia, puede tener dos actitudes: construir o plantar.
Los constructores pueden demorar años en sus tareas, pero un día terminan aquello que estaban haciendo. Entonces se paran, y quedan limitados por sus propias paredes. La vida pierde el sentido cuando la construcción acaba.
Pero existen los que plantan. Estos a veces sufren con las tempestades, las estaciones y raramente descansan. Pero al contrario que un edificio, el jardín jamás para de crecer. Y, al mismo tiempo que exige la atención del jardinero, también permite que, para él, la vida sea una gran aventura.
10 comentarios:
Sin duda cada quien selecciona la que le apetece, pero mejor que quedarse estancado es crecer y aventurarse.
Besos linda
Yo, jardinera¡ sin pensármelo dos veces¡
Bss
el jardín cuenta tambien con sus muros
Qué buena metáfora. Un beso.
La vida es un jardín, en el que debemos sembrar y cuidar siempre.
Un feliz día!!
Estupenda entrada!
Plantar siempre, persiguiendo la cosecha y creciendo en el proceso.
Ver germinar una semilla es un regalo de la naturaleza.
Un abrazo grande.
Yo, sin duda prefiero la segunda opción...Plantar.
Muy buen Post.
Abrazos.
QUIZÁS las dos opciones sean necesarias.LA VIDA EN SOCIEDAD es muy compleja.
Abrazo.
si bien ambas actitudes pueden considerarse correctas, creo que la mayoría de las personas nos preocupamos mas por construir que por plantar (sembrar) y ahí nos equivocamos....
Marilyn, Bendiciones...
Qué preciosa reflexión Marilyn
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