La Peste se dirigía a Damasco y pasó velozmente junto a la tienda del jefe de una caravana en el desierto.
-¿Adónde vas con tanta prisa?- le preguntó el jefe.
-A Damasco- -Pienso cobrarme un millón de vidas-
De regreso de Damasco la Peste pasó de nuevo junto a la caravana. Entonces le dijo el jefe:
-Ya sé que te has cobrado 50,000 vidas, no el millón que habías deseado-
-No, le respondió la Peste. -Yo solo me he cobrado mil vidas. El resto se las ha llevado el Miedo.-
Anthony de Mello